El rugido leve (las canciones de Ryan Karazija) (PDF)
Un ser afortunado es alguien que ha tenido la oportunidad de escuchar a Martín Rangel,
autor de este libro, leer sus poemas en directo bajo una luz tenue y temblorosa. La voz
de Rangel no es tenue, sin embargo, y tampoco tiembla cuando desnuda con sus
incisivos palabras brutales, palabras que hablan de amor, de música o de juventud,
palabras, en definitiva, que no se conforman con ser sólo palabras y que de pronto se
convierten en puñales, en sentimientos, en destellos de una intensidad que podría
quemarnos los ojos. Yo he tenido la suerte de escuchar la voz de este poeta. Yo, que me
siento afortunada te invito a ti, lector, a que no sueltes de las manos este libro que es un
rugido, que es un cántico, y que es la confirmación de que nos queda tanto por leer y
tanto por aprender… Pero no teman. Martín Rangel aquí es maestro. Martín Rangel aquí
es niño con su gorra negra llena de sueños y sus ojos como aguijones, y piel suavísima
de poeta desmedido. Porque un ser afortunado es alguien que ha tenido la oportunidad
de respirar el mismo aire que el autor que aquí se levanta. La oportunidad de leer lo que
él ha escrito. La oportunidad de abrazar cuanto él ha gritado.
Luna Miguel. Barcelona 2014